Cualquier día es un buen día para recibir una sorpresa inesperada. El lunes todo marchaba como un día "normal". Clases en la facu, pendientes en la oficina, de vuelta a la Uni y por la noche a casa de Juany, para traerme la mitad de su closet ahora que se muda a gringolandia. Llegué a casa muy tarde, con un extraño malestar estomacal que yo le adjudicaba a una comida muy salada que me había preparado para cenar. Iñaki llegó dormido, mi pobre chaparrito todo el día en la calle no aguantó más el desvelo que le aplicó su madre, lo bueno fue que si tomó su lechita y medio cenó viendo Toy Story en la compu de tío Alan.
Era muy noche, Rubén estaba ocupado explicando mate a su primo Andrés y yo seguía con mi molestia estomacal... fue entonces que se me ocurrió que podría ser algo más. Igual que hace 3 años, saqué una prueba casera y me dispuse a preparar todo para dormir. Cuando regresé a verificar el resultado, no podía creerlo!!! aparecían dos rayas pintadas de rosa, claramente... y me pregunté, ¿cómo se leen los resultados en estas cosas? Fui corriendo a mi recámara, busqué como loca la cajita donde venía la prueba y revisé que dos rayitas significaban un resultado positivo... me quedé atónita, congelada por un segundo y de imediato se pintó en mi rostro una sonrisa idiota que me ha durado hasta este momento. Quería gritarle a Rubén que viniera, pero ahí estaba el primo en pleno análisis de problemas de cálculo diferencial... así que se me ocurrió buscar una tarjetita que había visto en el escritorio de Iñaki, que tenía una foto de dos bebitos, le escribí con plumón negro "Felicidades papá, no tenía idea, justo hoy comencé a sospechar" y la puse sobre la almohada de Ru, junto con la prueba que me había hecho.
Me quedé dormida y cuando Ru entró a la recámara desperté y le eché el vistazo a su almohada, de entrada él no se había percatado de lo que había ahi, pero cuando volvió a ver, esta vez prestando más atención su rostro cambió y con cara de incrédulo me preguntó "¿es cierto?" y yo con mi voz más dormida que despierta le dije "pues ahí dice que sí."
Nos fuimos a dormir con una inquietud que nos recordó lo que vivimos hace tres años, cuando supimos que Iñaki venía en camino. Necesitábamos confirmarlo, por eso fuimos a la mañana siguiente a hacer la prueba en sangre y todo todo el día estuve al pendiente de reivsar los resultados en línea, fue una tarde eterna. Cuando finalmente a las 4 PM apareció el resultado... POSITIVO, me puse de pie, le marqué a Ru y le dije "Felicidades papá, es positivo".
Poco a poco vamos enterando a la gente de la buena noticia, una super sorpresota... todavía no me la creo y me desespera no lograr conseguir una cita pronto para que nos digan cómo está mi bebé, para cuándo llegará, si todo está bien. No lo esperábamos, ni por la cabeza nos pasaba que se fuera a lograr de nuevo la maravilla de tener otro hijo. Me siento feliz, a Iñaki le esta dando una mamitis aguda que desde hace varias semanas se notaba, mi chaparrito va a tener con quién jugar, divertirse, pelearse, reir, leer cuentos, compartir... ¡que emoción! Estoy agradecida con la vida por esta oportunidad, ahora sigue cuidarnos y esperar.
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